sábado, 21 de febrero de 2009

Analíticas, analíticas, analíticas...

Bueno, pues ya tocaba. Tras varios años (sí, oiga, años...) de no hacerme analíticas ya tocaba hacerse una. Y me la hice...

Primer paso: la extracción de sangre. Joder, si es que odio coser por no pincharme y tenía que ir al vampiro a que me pincharan voluntariamente... Total, que no pude dormir por la noche pensando en el pinchazo de la mañana siguiente. Me acompañó Susana por suerte (supongo que por si me desmayaba o algo...) y cuando me tocaba el turno ¡zas!: no la dejaron entrar. Tres ATSs, tres cubículos de extracción... Parecíamos vacas en el matadero. Menos mal que me hicieron la pregunta del millón:

- ¿Se suele marear Ud.?
- ¡¡¡SIIIIIIIII!!!
- El señor estará de broma, ¿no?
- ¡¡¡NOOOOO!!!
- Bueno, pues pase a la camilla del fondo y túmbese porque si se nos desmaya aquí no podemos levantarle ni entre las tres...

Total que paso a la camilla del fondo, me descamiso, me tumbo y le murmuro a la enfermera algo así como "siento las molestias que les estoy causando". ¿Sabéis lo que respondió?

- No, tranquilo, si con los niños nos pasa mucho...

Hay que joderse. Viva la seguridad social...

Segundo paso: Los resultados. Bueno, pues al cabo de unas semanas ya estaban los resultados, así que a pedir cita con el médico tocan. Tras una espera adecuada (media horita o así) nos hacen pasar y al decirle que queríamos saber los resultados de los análisis va y suelta con cara seria:

- Tengo que darle una...

Ya está. Seguro que soy diabético, tengo el colesterol a 4000 o la tiróides se está subiendo por las paredes. Bueno, a ver que termine la frase

- ... alegría. Los análisis están perfectos.

Yo flipo. Seguro que me han dado los análisis del vecino o algo... Bueno, por si acaso, los pongo aquí, que para unos análisis chulos que tengo hay que lucirlos








En fin, que los análisis están guay. Pero ¿y la tensión? Glups... Ahí la cosa ya no está tan clara. El jodío del médico me la tomó por sorpresa, con alevosía y nocturnidad. Y no me quiso decir ni los resultados. Me dio una tarjetita para que me la fuera tomando durante unos días y... a ver que pasa. Vamos que es más que probable que acabe con pastillita.

La verdad es que no me importa tener que medicarme... Eso sí: los beta-bloqueantes ni olerlos, que ya me han dicho que pueden generar impotencia. Prefiero vivir quince años menos :D

Ya os seguiré contando...

domingo, 8 de febrero de 2009

Día de presentaciones...

Bueno, pues después de tanto criticar a la "máquina infernal" (la cinta de correr) y el "aparato del demonio" (el banco de musculación), creo que es justo que al menos os los presente de forma oficial para que podáis ver exactamente a qué me estoy refiriendo. Así que ahí van:

La máquina infernal

El aparato del demonio

También os dejo otra del momento fatídico en el que se me ocurrió la (in)feliz idea de montar el aparato del demonio en el sótano... La verdad es que hay días que uno no debería levantarse de la cama...

Genial idea: montemos el gimnasio... cagontó

Bueno, pues ya han quedado hechas las presentaciones oficiales. Al menos ya sabéis con qué estamos bregando día sí día también. De todas formas, debo decir a favor de estos aparatos que su uso es como los dientes: joden al principio, pero luego ayudan un montón...